Estas regulaciones servirían para evitar una posible vulneración del derecho de los niños a la escolarización inmediata en igualdad de oportunidades. Según el Síndic, las dos experiencias piloto iniciadas durante el curso 2008-09 en Vic y Reus, y durante el curso 2009-2010 en Cornellà de Llobregat, no vulneran derechos, pero potencialmente pueden hacerlo en el futuro si no se regula de una manera más precisa sus objetivos y su funcionamiento.
Sin una regulación adecuada, los objetivos de los EBE pueden desvirtuarse en la práctica y convertirse en verdaderos espacios de segregación escolar, por ejemplo, en contextos de déficit de oferta escolar de saturación de plazas en los qué se podría alargar la estancia de los niños recién llegados a los EBE. También pueden convertirse en espacios de segregación en contextos de falta de corresponsabilidad de los agentes educativos en la acogida del alumnado recién llegado.
La regulación de los espacios debería incluir información sobre su carácter voluntario, la duración máxima de estancia de los niños recién llegados a los espacios, las ratios máximas por profesional y la titulación exigida a éstos.Otras recomendaciones, referentes a la regulación de los EBE, son tener en cuenta los periodos del curso escolar preferentes para la incorporación de los recién llegados a los EBE y precisar los protocolos y sistemas de derivación de los niños desde los espacios hasta las escuelas, haciendo especial referencia a la consideración de situación de segregación escolar en las asignaciones de plazas.
El tiempo limitado de estancia de los niños en los EBE, menos de dos meses de media, hace que no puedan ser considerados como espacios segregadores del proceso de escolarización. Sin embargo, estos dispositivos parecen representar un paso atrás en la normalización de la acogida del alumnado recién llegado al sistema educativo, y no parecen tener una influencia decisiva para evitar la segregación escolar en los municipios donde se ubican. En general, la lucha contra la segregación escolar depende más de la gestión que las comisiones y las oficinas municipales de escolarización hacen de la tramitación de la matrícula fuera de plazo.
En términos generales, el Síndic recomienda desarrollar una política de acogida y de integración escolar del alumnado recién llegado lo más inclusiva posible.
Según el Síndic, la medida aparentemente más eficaz, desde el punto de vista de la integración escolar y social del alumnado recién llegado y desde la perspectiva de la garantía de la igualdad de oportunidades educativas, es potenciar las aulas de acogida ya existentes actualmente dotándolas de la flexibilidad necesaria en función de las características del alumnado.