Noticias
El síndic exige que se prioricen las políticas de atención a la infancia en situación de vulnerabilidad
El síndic de greuges y la adjunta para la defensa de los derechos de los niños han entregado a la presidenta del Parlament el Informe sobre los derechos del niño 2012. En el documento se constata que las administraciones no han preservado las políticas y las prestaciones dirigidas a los niños, especialmente a los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
Este informe da cumplimiento al artículo 29.2 de la Ley de los derechos y las oportunidades en la infancia y adolescencia.
- Se constata que las administraciones públicas no han preservado las políticas y las prestaciones dirigidas a los niños, especialmente a los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
- La suspensión de algunas ayudas y servicios (como la de menor a cargo), la disminución generalizada de determinadas prestaciones (como las ayudas de comedor) o el incremento de determinadas cuotas de acceso a algunos servicios (jardines de infancia, transporte escolar, etc.) han agravado las situaciones de vulnerabilidad de los niños que viven en entornos empobrecidos.
- Se propone que se priorice el gasto en las políticas dirigidas a la infancia, especialmente a la vulnerable.
- Se propone que la ausencia de recursos económicos en famílias con menores a cargo sea un criterio suficiente para acceder a ayudas y a prestaciones de urgencia social.
- Se alerta del riesgo, en el ámbito de la justicia juvenil, de devaluar no sólo la calidad del sistema y sino también el éxito de los programas de reinserción individual.
El informe pone de manifiesto situaciones de vulneración de los derechos de los niños en Cataluña, especialmente agravadas por la precariedad económica de las familias a causa de la crisis y por las políticas de austeridad de las administraciones públicas, que han supuesto no sólo una falta de incremento de las prestaciones y de los servicios para hacer frente a estas situaciones, sino un retroceso en algunos casos. Estas carencias han afectado a derechos tan importantes como el derecho a un nivel de vida adecuado, el derecho a la educación, el derecho al ocio, además de no contribuir a la lucha contra la pobreza infantil.
