Se ha dirigido a los ayuntamientos afectados, a la empresa concesionaria y a la ACA para conocer las actuaciones llevadas a cabo para garantizar el suministro de agua bebible
También ha solicitado información sobre la posible compensación a las personas afectadas
El Síndic de Greuges de Cataluña ha abierto una actuación de oficio a raíz de las informaciones publicadas según las cuales 12.000 vecinos de La Bisbal d'Empordà y Forallac no pueden beber agua del grifo ni utilizarla para cocinar desde el 7 de agosto a consecuencia de un exceso de herbicidas.
En un control de calidad de finales de julio la empresa gestora del suministro, SOREA, detectó una concentración de productos fitosanitarios en la red de abastecimiento público de agua por encima de la concentración máxima permitida. El pasado 7 de agosto el alcalde de La Bisbal d'Empordà hizo público un bando en el que se comunicaba a la población que el agua no era apta para beber ni cocinar.
Mientras dura esta situación, el Ayuntamiento de la Bisbal d'Empordà ha establecido unos puntos de abastecimiento de agua bebible a los cuales se suma la ayuda de un camión cisterna a partir del 16 de agosto.
Este episodio de contaminación del agua afecta también al Ayuntamiento de Forallac.
Dado que el acceso a agua bebible es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y un servicio básico, el Síndic ha abierto una actuación de oficio para analizar la situación, la actuación de las administraciones implicadas y de las empresas competentes.
En este sentido, desde la perspectiva medioambiental, el Síndic solicitará información sobre las causas y el origen de la contaminación del agua y, desde la perspectiva del consumo, sobre las actuaciones llevadas a cabo por los ayuntamientos, la empresa concesionaria y la Agencia Catalana del Agua (ACA) para garantizar el suministro de agua bebible a los vecinos, ya sea de manera transitoria o permanente, una vez resuelto el episodio de contaminación. También se pedirá información sobre si se prevé la posibilidad de compensar a las personas afectadas por un servicio del que no han podido disfrutar plenamente.