Ha participado en Luxemburgo en una mesa redonda sobre el papel de las instituciones de ombudsman ante los conflictos nacionales
La síndica de greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, se ha desplazado a Luxemburgo para participar en el seminario “Gestión de crisis: ¿qué papel tienen los ombudsman?”, organizado por la Asociación de Ombudsman y Mediadores de la Francofonía (AOMF) y que ha tenido lugar los días 24 y 25 de octubre.
La AOMF tiene como misión principal promover el papel de las instituciones de ombudsman en los países de habla francesa tanto de Europa como de América y África, y fomentar el desarrollo y la consolidación de instituciones de mediación independientes.
El seminario se ha organizado en torno a los papeles que tienen las instituciones de defensa de derechos en tres supuestos concretos: una crisis sanitaria, una crisis nacional y una crisis climática.
En la mesa redonda sobre las crisis nacionales, en la que también han participado las defensoras de Burkina Faso y del Principado de Mónaco, Esther Giménez-Salinas ha hablado sobre el conflicto entre Cataluña y España, que se intensificó a raíz del referéndum del 1 de octubre de 2017. Este referéndum tuvo una serie de consecuencias, como la aplicación del artículo 155 de la Constitución española al Gobierno y a la Administración de la Generalitat de Cataluña, y la prisión y el exilio para los acusados de organizarlo.
La síndica ha hecho un repaso histórico del conflicto, que considera que se inició con el recorte del Estatuto de Autonomía de Cataluña del año 2006. También ha querido denunciar la dimensión penal que ha adoptado este conflicto, a pesar de tratarse de una crisis eminentemente política: "La judicialización de los conflictos políticos no es una buena opción, ni siquiera para la propia justicia", ha manifestado.
A continuación ha destacado la importancia que tuvo la concesión de los indultos, que significaron un primer paso hacia la normalización, pero ha querido poner de manifiesto que "queda un largo camino por recorrer y muchas heridas abiertas". También ha valorado positivamente la supresión del delito de sedición del Código Penal, dado que "era un delito anticuado, no conforme con la legislación europea y con unas sanciones excesivamente altas".
Por último, ha cerrado su intervención expresando que la vía de la amnistía puede parecer injusta en algunas ocasiones, pero que es necesaria. Para que sea posible, debe incorporar los principios de la justicia restaurativa y debe tener presentes tres condiciones: aportar paz social, tener unas consecuencias positivas superiores a los perjuicios y contar con el apoyo de una amplia mayoría.