Alertan de la falta de garantías en las políticas de retorno y exigen una especial consideración a los derechos de los niños
Reclaman una acción decidida contra la xenofobia y la intolerancia
La segunda de las cuatro sesiones del seminario Retos Actuales de los Derechos Humanos, organizado por el Síndic de Greuges y que ha reunido en el Salón del Tinell de Barcelona cerca de un centenar de ombudsman y expertos en derechos, se ha caracterizado por la condena de una gran mayoría al tratamiento deshumanizado de personas migrantes y refugiadas en las políticas migratorias de la Unión Europea.Los ombudsman han reivindicado una Europa abierta a personas migrantes y refugiadas. Bajo el título "Migrantes y refugiados", la sesión ha sido presidida por el ombudsman de Albania, Igli Totozani, y los ponentes principales han sido el vicepresidente del Comité de Peticiones del Bundestag, Gero Storjohann, y el representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.
Los ponentes han destacado que los flujos migratorios deben abordarse desde el respeto a los derechos y a los tratados internacionales ratificados, incluido el Convenio de Ginebra de 1951. En esta línea, han recomendado a la Unión Europea que acoja el mayor número de refugiados y migrantes, y que les reconozcan los derechos humanos. Esto implica la prohibición de maltratos y retornos colectivos en caliente, el acceso rápido y completo al sistema sanitario o la necesidad de acompañamiento integral, entre otros.
Por lo que respecta al acuerdo de retorno forzado entre la Unión Europea y Turquía, han cuestionado la legitimidad y la consideración de Turquía como país "seguro" para muchos de los afectados. Además, han solicitado que se revise el Reglamento de Dublín porque conlleva una gestión integrada de las solicitudes de asilo. También han destacado el seguimiento especial y minucioso que debe hacerse de los niños, sobre todo de los que viajan solos.
Por último, han solicitado a los gobiernos que promuevan acciones decididas contra la xenofobia y la intolerancia que están aflorando en Europa y se han comprometido a monitorizar el respeto de los derechos de las personas migradas y refugiadas por parte de los gobiernos.