Según los medios, el adolescente, de origen argelino, estuvo detenido en el centro durante dieciocho días hasta recibir los resultados de las pruebas de edad
Los protocolos y circuitos vigentes están más pensados para impedir que un posible migrante mayor de edad se haga pasar por menor que para proteger a los niños
El Síndic de Greuges ha abierto una actuación de oficio a raíz de la información aparecida en los medios de comunicación sobre el presunto internamiento ilegal de un joven de dieciséis años en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona, el pasado 4 de noviembre.
El joven, de origen argelino, ha pasado dieciocho días detenido en el centro por orden judicial sin que se hubiera determinado médicamente su edad real. Según los medios, existen versiones contradictorias con respecto a la edad declarada por el joven ante la Policía de Almería a su llegada. El hecho es que el juez ordenó su ingreso en el CIE sin solicitar que se le practicaran las pruebas pertinentes para determinar su edad.
Según el afectado, una vez ingresado en el CIE, ni la Generalitat ni la Fiscalía adoptaron medidas, a pesar de haberles comunicado que era menor de dieciocho años.
Si se demuestra que fue así, el Síndic considera una negligencia grave que, como consecuencia de la supuesta inactividad de la Administración, el joven haya debido pasar dos semanas y media interno en el centro. De hecho, no ha podido demostrar que tenía dieciséis años hasta recibir los resultados de las pruebas médicas que finalmente solicitó el juez de Almería a petición de CIE.
Para investigar los hechos, el Síndic se ha dirigido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, a la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA), al Ministerio del Interior y a la Delegación del Gobierno del Estado en Cataluña. Actualmente el joven está bajo la tutela de la DGAIA.
El Síndic alerta desde hace años de la desprotección que padecen los menores migrantes no acompañados que llegan a Cataluña solos e indocumentados. Faltan garantías en los circuitos de atención de los menores migrantes no acompañados, que no velan adecuadamente porque todos los niños migrantes que se encuentran en Cataluña sin referentes familiares sean protegidos, tal y como prevé la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los niños.
Desde la institución que encabeza Rafael Ribó se ha insistido reiteradamente en que los protocolos y circuitos vigentes están más pensados para impedir que un posible migrante mayor de edad se haga pasar por menor para obtener un tratamiento más favorable y para regularizar su residencia, que para evitar que posibles niños, que tienen derecho a una mayor protección, sean tratados como adultos.