Rafael Ribó ha presentado al Parlamento, junto con el adjunto para la Defensa de los Derechos de la Infancia, Xavier Bonal, el informe extraordinario Convivencia y conflictos en los centros educativos, que fue entregado a la cámara el pasado mes de diciembre.
Según el síndic, el uso de estos dos elementos, detección y mediación, tendría que conseguir reducir los casos y evitar, siempre que sea posible, el cambio de centro de los alumnos afectados. También ha pedido potenciar todos los instrumentos que lleven a una mejora de la convivencia en los centros, como objetivo prioritario de cualquier centro educativo y para intentar evitar cualquier forma de maltrato.
Según el defensor de las personas, la convivencia es tan o más importante que otros objetivos que puedan marcar las escuelas y los institutos de tipo formativo, y ayuda también a alcanzar los otros objetivos.
Esta potenciación de la convivencia pasaría, entre otras cosas, por promover la participación de los centros en programas y planes de mejora, especialmente entre los equipos directivos y el consejo escolar, e implicar al alumnado en la gestión de determinados conflictos.
Para mejorar la convivencia, Ribó también ha pedido a la Administración que dé más apoyo a los centros mediante recursos, asesoramiento, formación de profesores y materiales específicos que les ayuden a aplicar los planes de convivencia.