Durante el 2006 y el 2007 se han recibido 22 quejas de internos sobre presuntos maltratos o rigor inecesario en la actuación de los profesionales penitenciarios, particularmente en el Centro de Brians.
Desde el área de Seguridad Pública se lleva a cabo una atención y seguimiento de los casos de presuntos maltratos cada vez que se recibe una queja de internos.
Al estudio que esta institución está realizando sobre maltratos, hay que añadir el informe de una entidad de defensa de los derechos humanos que en el mes de marzo informó al Síndic de la denuncia que diversos internos les habían hecho llegar, denuncia que también habían comunicado a la administración penitenciaria. En general las quejas que han llegado al Síndic últimamente son denuncias sobre actuaciones groseras, comentarios fuera de lugar durante los cacheos o amenazas directas de los funcionarios a los internos. En este tipo de casos, como pasa también en los maltratos policiales, existe la dificultad probatoria de los hechos ya que se trata de la palabra de un funcionario contra la palabra de un interno. La información recopilada ha comportado que se deban archivar los expedientes investigados durante el 2006 porque no se han podido constatar los hechos objeto de denuncia y se siguen investigando los casos del 2007. En febrero del 2007 el propio Síndic, Rafael Ribó, ya visitó Brians para interesarse personalmente por estos casos. El director de Seguridad Pública y Relaciones Sociales, Ignasi Garcia Clavel, y otros miembros del equipo del Síndic, seguirán visitando regularmente todos los centros penitenciarios.