El defensor de las personas ha recomendado impulsar la aplicación de medidas penales alternativas y dejar las penas de cárcel para aquellos delitos más graves.
Ribó, acompañado por el director de Seguridad Pública y Relaciones Sociales, Ignasi Garcia Clavel, ha presentado al Parlamento en comisión el Informe extraordinario Estudio comparativo de los sistemas penitenciarios europeos y catalán, que entregó a la cámara el noviembre pasado.
Según los datos recogidos en el informe, durante los últimos años Cataluña y España han llegado a tener la tasa penitenciaria más elevada de toda su historia, 126 y 143 reclusos, respectivamente, por cada 100.000 habitantes (año 2006). Esta tasa continúa creciente en Cataluña y en el resto del Estado. Así, la tasa en Cataluña a final del 2007 subió hasta 130 y en el conjunto del Estado se situó en 152. La ingente población penitenciaria española no es en absoluto resultado de ningún incremento notable de la delincuencia, sino del endurecimiento general del sistema jurídico penal que hace alargar la estancia de las personas en prisión.
En los estados donde se prevé la pena de cadena perpetua, como por ejemplo Alemania, Francia o Italia, la duración efectiva de la pena máxima es más baja que la del Estado español, que como regla general tiene una duración de 20 años.