El Síndic ha hecho una serie de sugerencias al Departamento de Salud, dirigidas a fomentar la aplicación de medidas de prevención para evitar que se produzcan agresiones físicas y verbales hacia el personal sanitario y no sanitario de los centros de atención primaria y los hospitales públicos.
A pesar de que el Síndic sabe que los recursos humanos no siempre lo permiten, provisionalmente sería necesario estudiar la posibilidad de no pasar consulta individualmente como medida disuasoria. Proporcionar una buena información y dispensar un trato adecuado es otra medida de prevención básica, así como la formación dirigida a dotar al personal sanitario y no sanitario de habilidades para hacer frente a situaciones conflictivas.
Otra medida de prevención es la contratación de vigilancia. Se debería estudiar la posibilidad de contratar vigilancia o reforzarla en aquellos centros donde se detecta un número más alto de agresiones o conflictos con los usuarios. La presencia de agentes de vigilancia proporciona seguridad al personal y puede tener efectos disuasorios entre los usuarios potencialmente agresivos. Por su parte, al igual que se han editado trípticos informativos destinados a los profesionales de la sanidad, también sería bueno editar uno dirigido al usuario en que, aparte de que se le pueda informar sobre los derechos, también se le informe de los deberes, se le recuerde el respeto que merecen todos los trabajadores que lo atienden y se le informe o se le faciliten medios para reclamar en caso de no estar de acuerdo con una decisión o actuación de algún trabajador, como por ejemplo la presentación de reclamaciones o la posibilidad de hablar con algún responsable.
En lo que concierne a la actuación una vez la agresión ya se ha producido, la Administración tiene que proporcionar apoyo completo al trabajador, que tiene que consistir no sólo en asistencia sanitaria, sino, si es preciso, también en asistencia psicológica y legal.