El Síndic de Greuges ha pedido al Departamento de Educación aplicar "políticas integrales para combatir plenamente" la segregación escolar existente en el municipio de Tortosa.
También recuerda al Departamento que en la lucha contra este fenómeno resulta fundamental el trabajo compartido con los agentes educativos.
El defensor de las personas constata que en el caso de la capital del Baix Ebre "no hay directrices compartidas entre las direcciones de los centros escolares" a la hora de combatir el fenómeno. Por ello ha solicitado que se inicie un proceso de trabajo entre los diferentes agentes educativos para definir políticas dirgidas a combatir la segregación escolar en el municipio.
Estas consideraciones del Síndic están incluidas en la resolución que ha hecho después de recibir 42 quejas sobre la ampliación, tras el proceso de preinscripción, de un grupo de ESO en el IES de l'Ebre, de Tortosa, en detrimento del IES Joaquin Bau, opción solicitada por las familias.
Sobre este hecho, el Síndic no aprecia irregularidad en la actuación del Departamento al ubicar al grupo de primer curso de ESO no planificado en este instituto porque "favorece la equidad en la admisión y en la composición social de los centros" y recuerda también que la normativa vigente especifica que la libertad de elección de centro debe ser atendida siempre y cuando la oferta del centro elegido lo permita.
A pesar de ello, considera también que ha habido una falta de previsión por parte del Departamento a la hora de establecer la oferta de plazas y si ésta se hubiese hecho correctamente, no habría sido necesario crear un nuevo grupo después del proceso de preinscripción.
Según los datos aportados por el Departamento de Educación, el IES Joaquin Bau contaría con un 23,9% de alumnado extranjero y con un 8,1% de alumnado con necesidades educativas específicas, mientras que en el IES de l'Ebre el alumnado extranjero representa el 43% y el alumnado con necesidades educativas especificas, el 9,4%.
Estos datos y el rechazo de los padres a escolarizar a sus hijos en el IES de l'Ebre constatan que el municipio sufre, al menos en secundaria, importantes niveles de segregación escolar y que este hecho comporta una vulneración de los derechos educativos básicos de los niños.