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La conferencia de los ombusdman europeos acaba con una llamada a la defensa de los derechos de los immigrantes en un momento de recortes en las ayudas sociales y un augmento de la xenofobia

06/10/2010

Rafael Ribó y Mats Melin

Los defensores del pueblo de toda Europa se reafirman en la validez de los argumentos legales que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos para hacer frente al debilitamiento de la cultura de valores democráticos en la sociedad que han observado en diferentes países.

Defensores del pueblo de toda Europa, estatales, regionales y locales, se han reunido el 4 y 5 de octubre en Barcelona en la asamblea de la sección europea del Instituto Internacional del Ombudsman (IOI). El encuentro, bajo el título “Europa: ¿sociedad abierta?” ha sido organizado por el Síndic de Greuges y ha contado con la presencia del comisario de los Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg y del defensor del pueblo de la Unión Europea, Nikiforos Diamandourous, que intervinieron en la sesión inaugural, presidida por el presidente de la Generalitat, José Montilla.

En su intervención, Hammarberg afirmó que el reto en tiempos de crisis es proteger los derechos de los más vulnerables, especialmente inmigrantes, minorías étnicas y personas de la tercera edad. Por su parte, el defensor del pueblo de la Unión Europea alentó a los defensores a mantener su independencia, su eficiencia y su visibilidad frentre a "las voces que cierran puertas".

Los ombudsman también han realizado un llamamiento contra los recortes de las políticas sociales provocados por la crisis económica que afecta a los colectivos más vulnerables y se han comprometido a hacer pedagogía de los derechos y deberes tanto de las personas autóctonas de cada país como de los inmigrantes. Potenciar el trabajo en red de los diferentes defensores y aumentar la colaboración con entidades y organizaciones sociales son otros de los propósitos marcados por los defensores en el encuentro de Barcelona.

Al trabajo en red también se refirió Michel Villan, presidente de la Comisión de Migraciones del Consejo de Europa, que animó a los defensores a colaborar más con el Consejo y a aprovechar las sinergias de trabajo en la defensa de los derechos y deberes de los inmigrantes. Además de los derechos y deberes de los inmigrantes, el segundo tema de trabajo fue la aplicación del Tratado de Naciones Unidas sobre la Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, y el papel de los defensores. En este campo los diferentes expertos y defensores que intervinieron dejaron claro que existen diferentes maneras de aplicar el Tratado y que dicha aplicación puede tener diversos actores en un mismo estado, como ocurre en España, donde el Síndic de Greuges tiene encomendada la misión de aplicarlo en Cataluña.

También resaltaron que el Tratado es principalmente un sistema de prevención y que sus resultados no pueden ser inmediatos. Además se recordó que las oficinas de los defensores  son unos buenos agentes de aplicación del tratado siempre y cuando trabajen con una buena infraestructura y una buena coordinación.

 

 

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