El secretario general de France Telecom España (Orange), Fernando Ballestero y el síndic de greuges de Cataluña, Rafael Ribó, han firmado un convenio de colaboración para garantizar la defensa de los derechos de los ciudadanos y las buenas prácticas corporativas así como para promover mejoras en la gestión de las reclamaciones.
El convenio, que explicita las competencias del Síndic incluidas en el Estatuto de autonomía de supervisión de las empresas privadas que gestionan servicios públicos, establece que el Síndic tramitará las quejas sobre Orange a la compañía y que ésta dará respuesta al Síndic en un plazo de quince días.
En quejas relativas a facturación del servicio, problemas con altas o bajas del servicio de los usuarios finales y, en general, sobre cualquier incidencia en el funcionamiento de los productos y los servicios prestados por Orange, el Síndic indicará al reclamante que se puede dirigir a las oficinas municipales o comarcales de información al consumidor. A pesar de ello, si la persona interesada quiere que sea el Síndic quien le tramite la queja, debe comunicarlo a Orange. Un grupo de trabajo formado por representantes de ambas partes valorará la tramitación de las quejas que no entren en los supuestos de este convenio. Este grupo de trabajo revisará cada año el estado de la adhesión de Orange con la Junta Arbitral de Consumo y sus relaciones con las oficinas de consumidores y la Agencia Catalana de Consumo.
El acuerdo también incluye la elaboración de estudios e informes y el asesoramiento y puesta en funcionamiento de programas de formación en materia de comunicaciones electrónicas.
El Síndic de Greuges ya ha firmado convenios similares con otras empresas, públicas y privadas, prestadoras de servicios públicos.