Rafael Ribó afirma que la medida no busca un efecto disuasorio en la adquisición de los fármacos para los pacientes crónicos
El Síndic ha trasladado al Defensor del Pueblo una serie de consideraciones sobre el nuevo copago para que actue ante el Gobierno español
Alerta que la medida pone en peligro el acceso a la medicación de pacientes que pertenecen a colectivos con dificultades económicas graves
El nuevo copago establece una aportación económica del 10% del precio de venta al público de 157 presentaciones farmacológicas (que corresponden aproximadamente a unos 50 medicamentos) dispensadas en los servicios de farmacia de los centros hospitalarios por parte de usuarios no ingresados, con un máximo de 4,20 euros por envase, aunque no se establece ningún límite máximo respecto al número de envases.
La medida afecta mayoritariamente a enfermos crónicos usuarios de medicamentos indicados para patologías graves o invalidantes de las áreas terapéuticas de oncología, hepatitis C, artritis reumatoide y otras enfermedades inmunológicas y respiratorias graves. Por tanto, hablamos de personas que ya pueden tener muy mermada su economía, con rentas bajas o en situaciones económicas comprometidas, a causa, precisamente, de la enfermedad que sufren. A menudo se trata de pacientes que no pueden trabajar, hecho que parece no haberse tenido en cuenta.
Tampoco se ha tenido en cuenta la situación de vulnerabilidad especial de los niños y adolescentes a quienes se deba prescribir algunos de los medicamentos incluidos en la resolución, ni la repercusión que estos casos tienen en la economía familiar, ya que muchas veces uno de los miembros debe dejar el trabajo para atender al menor enfermo.
A pesar de la necesidad de introducir medidas que permitan optimizar los modelos farmacéuticos y controlar el peso del gasto en medicamentos, el Síndic constata que la introducción de este copago no tiene como finalidad un efecto disuasorio en la adquisición de los fármacos, dado que algunos de estos son imprescindibles para alargar o, incluso, para conservar la vida.
Además, el nuevo copago se suma a la medida, que ya se está aplicando, de aumentar las aportaciones de la prestación farmaceutica ambulatoria y la introducción del copago en el caso de las personas pensionistas.
Por otra parte cabe señalar, como ha publicado algún medio de comunicación, que los datos facilitados por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria evidencian que la aportación que realizarán los pacientes de estos medicamentos será del 0,1% del total de ingresos por copago farmacéutico.
El Síndic ha trasladado estas consideraciones sobre el nuevo copago al Defensor del Pueblo, organismo a quien corresponde supervisar la actuación de la Administración del Estado, para que las tenga en cuenta ante el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.