Recuerda a las administraciones que deben ofrecer servicios de mediación entre los clientes, los titulares de los locales de ocio nocturno y el vecindario. También sugiere más presencia policial en las zonas conflictivas y controles de alcoholemia y de estupefacientes en los lugares donde se ha constatado su consumo.
El Síndic de Greuges ha instado a los distritos de Barcelona afectados por la problemática de ruidos derivados de las actividades de ocio nocturno y de la actitud incívica de algunos usuarios a adoptar más medidas para poner fin a esta situación.
Rafael Ribó ha recordado a las administraciones que la normativa determina que deben ofrecer servicios de mediación entre los consumidores de ocio, los titulares de los locales y los vecinos. En este sentido, ha insistido que tanto los responsables de los espectáculos y titulares de los establecimientos como las administraciones tienen la obligación de garantizar la convivencia vecinal.
Entre otras propuestas, el Síndic ha recomendado que, de acuerdo con los procedimientos establecidos actualmente, se haga uso de la capacidad sancionadora a los clientes que incumplan la ordenanza cívica y a los establecimientos que vulneren la normativa de espectáculos públicos.
A raíz de las quejas recibidas, el Síndic ha investigado con detalle los casos de la zona de ocio alrededor de la calle Beethoven, en el distrito de Sarrià Sant Gervasi, y de la sala KGB, en el distrito de Gràcia.
Según las evidencias de que se dispone, las conductas de los clientes en estos puntos de ocio nocturno se traducen en una serie de actos incívicos derivados del exceso de alcohol y la falta de observancia de las mínimas normas de civismo en muchas de las actitudes y las conductas de estos clientes. La suciedad, la ocupación de la calzada y el ruido son temas constantes en las quejas recibidas.
Uno de los ejemplos que explican los vecinos es la presencia en las puertas de estos establecimientos de los clientes que quieren fumar. Este hecho genera una presencia constante en la calle durante las horas de apertura de estos establecimientos de grupos de personas con las consiguientes molestias por ruidos.
Entre otras medidas propuestas por el Síndic destacan las siguientes:
1.Reforzar la presencia de efectivos policiales en las zonas conflictivas para disuadir y erradicar conductas incívicas que perjudican tanto el descanso de los vecinos como las relaciones armónicas entre estos y los clientes de dichos espacios de ocio. Planificar convenientemente la vigilancia en función de la programación de posibles actividades más susceptibles de molestias.
2. Efectuar controles de alcoholemia y estupefacientes en las zonas donde se ha constatado su consumo y adoptar las acciones correspondientes.
3. Contactar periódicamente con las partes implicadas para hacer el seguimiento de las cuestiones que sean pertinentes, como comprobaciones de los niveles de ruidos registrados y habilitación del personal de acceso a los establecimientos. En este sentido, recomienda especialmente mantener reuniones de análisis y de seguimiento con el vecindario.