Rafael Ribó reclama respuestas concretas sobre los motivos de la adquisición, las previsiones de uso, la formación de los agentes habilitados, la regulación de las armas y la coordinación con policías locales
Reitera que es necesario sopesar las sugerencias del Consejo de Europa y del propio Síndic de hacer un debate parlamentario previo a la normalización de su uso
Considera que es una decisión precipitada utilizar las pistolas mientras no se cumplan estos requisitos
A raíz del anuncio del director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, de que el cuerpo policial dispondrá de 130 pistolas eléctricas taser antes de que acabe el año, el Síndic ha advertido al Departamento de Interior que realizará un seguimiento exhaustivo del uso de estas controvertidas armas por parte de los cuerpos policiales catalanes. Con este objetivo le ha reclamado respuestas concretas a las cuestiones que hace unos meses le había planteado y ha lamentado la ambigüedad de la información enviada desde Interior.
En concreto el Síndic volverá a reclamar información detallada sobre la experiencia, si la hay, del uso de las pistolas por parte de alguna unidad de los Mossos; los agentes que estarán habilitados para llevarlas y en qué casos se prevé su uso. También preguntará acerca de los motivos de la compra de las armas actualmente, las características de las mismas y la previsión de cuándo comenzarán a ser empleadas. Finalmente, preguntará por la formación que recibirán los agentes, la regulación y protocolo de uso y la coordinación con las policías locales, que, según parece, ya las han utilizado.
El Síndic insiste en la necesidad de hacer un debate parlamentario para valorar los pros y contras de las taser y establecer una regulación previa que evite posibles abusos. Según el Síndic, el Parlamento debería tomar las iniciativas pertinentes, en la línea de debates anteriores como el de las pelotas de goma, para reglamentar los instrumentos que puede utilizar la Policía de Cataluña en les labores de seguridad y orden público.
De acuerdo con los principios del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes del Consejo de Europa (CPT), el Síndic también alerta de que el uso de las pistolas eléctricas requiere una formación específica y que en el caso de manifestaciones el uso de estas armas "puede ser considerado inadecuado siempre que no exista una amenaza real e inmediata de vida o de daños graves”. En ningún caso se deberían utilizar contra personas vulnerables.
En lo que respecta a los aspectos médicos, el CPT establece que, a pesar de que los estudios realizados sobre este tema aún no sean terminantes, es evidente que la utilización de armas de descarga eléctrica conlleva riesgos específicos para la salud como la posibilidad de sufrir quemaduras en caso de un uso prolongado en el tipo de contacto.
El Síndic advierte que un informe del CPT incluye datos concluyentes y fidedignos que demuestran que estas armas se han utilizado para provocar malos tratos a personas privadas de libertad y el CPT ha recibido con frecuencia denuncias de amenazas de malos tratos a personas detenidas mediante la utilización de pistolas eléctricas.