La falta de equidad de las televisiones privadas puede distorsionar la visión y la opinión de los electores
La ley establece que las radios y las televisiones, que emiten bajo licencia pública, están sometidas a criterios de proporcionalidad y de neutralidad
Reclama que se priorice el criterio informativo profesional, respetuoso y con proporcionalidad
Frente a la evidencia de las cifras, propone a la Junta que actúe contra aquellos medios que se alejen de la proporcionalidad
El Síndic de Greuges de Cataluña ha invitado a la Junta Electoral Central (JEC) a someter a las cadenas de televisión privadas a los criterios de neutralidad y proporcionalidad que establece el marco jurídico en lo que respecta a la cobertura de la campaña electoral del 27 de septiembre.
El síndic, a partir de informes anteriores y de las quejas recibidas, como la del Colegio de Periodistas y la del colectivo de abogados Drets, ha elaborado un informe comparado de la cobertura de la campaña de las elecciones al Parlament del 27 de septiembre entre cadenas privadas y públicas. Las cifras arrojan unos resultados desequilibrados, que ponen en evidencia la parcialidad de algunas cadenas privadas y la impunidad que tienen ante las autoridades competentes.
Como se aprecia en el gráfico adjunto en el documento en pdf, las cadenas que más han respetado la proporcionalidad actual de la distribución parlamentaria son TV3, con desviaciones casi imperceptibles, y TVE1, con una desviación poco significativa. La Sexta, Cuatro y Antena 3 destacan por la sobreinformación de determinadas listas (la Sexta y Cuatro respecto al PSC, y Antena 3 y Cuatro respecto al PPC). Por contra, la candidatura de Junts pel Sí ha sido objeto de una cobertura muy inferior en Antena 3, la Sexta y Cuatro, y la candidatura de Unió Democràtica de Catalunya en los casos de Tele5 y Cuatro.
Los medios que han registrado una desviación poco significativa en cuanto a la proporcionalidad, TV3 y TVE1, suman un porcentaje de cuota de pantalla de los canales analizados del 47,57%. Por tanto, se puede llegar a la conclusión de que el 53% de los teleespectadores de contenidos electorales han formado sus opiniones electorales a partir de informaciones desviadas de la proporcionalidad recomendable.
La falta de proporcionalidad contrasta con el rigor y los principios de paridad que se aplican en las televisiones públicas. Además, perjudica y distorsiona la visión de los electores, que no pueden ejercer el derecho de voto con una opinión bien formada e informada.
Rafael Ribó defiende que el derecho de voto es un derecho fundamental de cualquier democracia y debe estar protegido y garantizado para evitar cualquier manipulación. Recuerda que la Constitución propugna el pluralismo como un valor superior de su ordenamiento jurídico. También destaca que las televisiones privadas emiten bajo licencia pública que otorga la Administración y que están sometidas a los criterios de pluralidad y proporcionalidad.
(El gráfico y las recomendaciones están incluídas en la nota de prensa íntegra adjunta y en el informe)