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El Síndic alerta de que la subida del gas butano es incongruente con las políticas para combatir la pobreza energética

El Síndic de Greuges de Cataluña alerta de que la medida del Ministerio de Industria de incrementar un 3,3% el precio de la bombona de butano es incongruente con las políticas sociales destinadas a combatir la pobreza energética. Precisamente, una de las medidas que Rafael Ribó ha recomendado reiteradamente durante los últimos años para luchar contra esta situación, que afecta a miles de personas y de hogares en Cataluña, es establecer un precio social para el gas butano.

Esta es una de las recomendaciones incluidas en el Informe sobre pobreza energética, del año 2013, y en el Informe del derecho a los suministros básicos (electricidad, agua, gas), del año 2014. Rafael Ribó advierte que muchos usuarios de gas butano entrarían dentro de la categoría de consumidores vulnerables, como el colectivo de personas mayores, y desaprueba que la subida se aplique justamente los días de más frío del año. Este hecho también es contrario a la propuesta del Síndic que las personas en riesgo de pobreza (o vulnerabilidad) energética tengan garantizados los suministros básicos en la vivienda.

Rafael Ribó se dirigirá de nuevo a los organismos catalanes y estatales competentes para que tengan en cuenta sus consideraciones y fijen un precio social por el butano.

El gas butano es una fuente de energía tradicionalmente utilizada en bombona de 12,5 kg y tiene un precio máximo fijado periódicamente por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Estos precios afectan a las bombonas de gas butano, un gas licuado del petróleo (GLP) envasado, de carga igual o superior a 8 kg e inferior a 20 kg, ya que, por contra, el precio es libre para las bombonas de 6 kg o inferiores (también conocidas como camping gas).

Las nuevas tarifas se aplican oficialmente desde el día 19 de enero de 2016 a las cero horas.

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