Recomienda al consistorio y al Departamento de Territorio que excluyan los sectores del Paratge de Rodors, Els Jonquers e Interpals de cualquier acción urbanística
Sugiere que se reduzcan drásticamente en el POUM el número de viviendas, las alturas de las edificaciones y, en general, la densidad en zonas de pinares
La institución ha recibido 447 quejas que alertan sobre las afectaciones medioambientales derivadas del actual texto del POUM
Hay que tomar medidas políticas, normativas y de transparencia para preservar la sostenibilidad del territorio
El Síndic de Greuges de Cataluña, Rafael Ribó, ha dirigido algunas recomendaciones al Ayuntamiento de Pals (Baix Empordà) y al Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. La resolución es el resultado de la investigación llevada a cabo sobre los proyectos urbanísticos previstos para la zona, principalmente la aprobación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), que han sido motivo de un buen número de quejas.
Sobre la base del principio de cautela que rige en materia de medio ambiente, y para prevenir daños que después sean irreparables, el Síndic ha recomendado a las administraciones mencionadas que preserven del desarrollo urbanístico los sectores del Paratge de Rodors, Els Jonquers e Interpals.
El Síndic recuerda también que uno de los límites de la discrecionalidad municipal en materia de planeamiento es la preservación del medio ambiente, en tanto que es considerado de interés supralocal.
A excepción de algunas áreas muy concretas dentro del núcleo existente de Platja de Pals, prácticamente la mayoría de sectores urbanizables que incorpora el POUM de Platja de Pals se ubicarían en zonas con hábitats de interés comunitario, algunos de los cuales son prioritarios, como es el caso de las dunas litorales fijadas por pinares. Esto, junto con el hecho de que las consideraciones ambientales que realiza el POUM para estos sectores no garantizan la conservación de dichos hábitats, pondría en grave amenaza el medio natural de la zona. Además, se contravendrían las directrices de conservación y mejora que la Generalitat de Cataluña ha dictado para estos hábitats.
Rafael Ribó también ha reclamado que en el POUM se reduzca drásticamente el número de viviendas previstas, las alturas de las edificaciones y, en general, la densidad en los sectores que contengan zonas de dunas con pinos o pinares mediterráneos.
Más allá de la protección del medio ambiente, el Síndic señala que los criterios demográficos que fundamentan la previsión de vivienda que contempla el POUM para los próximos doce años no se ajustan a la tendencia decreciente que han mostrado la población de Pals, del Baix Empordà y de las comarcas gerundenses desde 2009.
El Síndic ha recibido 447 quejas que alertan sobre las afectaciones medioambientales que se producirían de aprobarse definitivamente el texto del POUM que está elaborando Pals. El 28 de enero de 2015 el Ayuntamiento aprobó inicialmente su nuevo POUM, que tendrá una vigencia de doce años. Se prevé la construcción de 2.479 viviendas nuevas en el término municipal, de las que aproximadamente 1.700 pueden afectar zonas de dunas con pinos o pinares mediterráneos, declaradas por la Generalitat hábitats de interés comunitario (HIC) prioritario. Estos HIC se dan únicamente en cuatro localizaciones en Cataluña: el Delta del Llobregat, las riberas del Baix Ter, el litoral del Baix Empordà y el Montgrí- Medes-Baix Ter. Por este motivo, su grado de amenaza es de 3 puntos sobre una escala de 4.
Por otra parte, el Síndic denuncia que al mismo tiempo el Ayuntamiento está tramitando una modificación del Plan general de ordenación urbana de 1986 y cuatro planes derivados, que permitirán la urbanización de estos sectores antes de que la Comisión de Urbanismo de Girona apruebe definitivamente el POUM. En este sentido, ya se han ejecutado trabajos de tala y de vertido de tierras en alguna parcela en relación a los cuales el Ayuntamiento no ha ejercido sus competencias en materia de protección de la legalidad urbanística.
Según afirma el Síndic, este no es un caso aislado y son numerosos los proyectos urbanísticos con tintes especulativos en todos los rincones de Cataluña que han sido denunciados por la ciudadanía por su posible impacto sobre el medio ambiente. En opinión del Síndic, para combatir este fenómeno emergente son necesarias medidas políticas, normativas y de transparencia que preserven la sostenibilidad del territorio.