El Síndic se ha dirigido al Ayuntamiento de Tossa de Mar, a la Agencia de Residuos de Cataluña y a la Dirección general de los Agentes Rurales
En el año 2016 ya actuó de oficio al conocer la existencia de diecinueve vertidos incontrolados en la demarcación de Barcelona, con gran éxito
A través de los medios de comunicación, el Síndic ha tenido conocimiento de la existencia de un vertedero incontrolado en el municipio de Tossa de Mar. Se han descubierto 2.500 neumáticos y otros residuos, como por ejemplo restos de embarcaciones y plásticos viejos.
La existencia del vertedero conlleva un grave peligro de contaminación ambiental por la alta toxicidad de los materiales que componen los neumáticos, especialmente en caso de combustión; un incremento sustancial del riesgo de incendio forestal si la parcela es de carácter forestal; un importante foco de cría y propagación del mosquito tigre, que supone un importante problema de salubridad pública, y un notable riesgo de consolidación de esta parcela como un gran espacio de acumulación ilegal e incontrolado de neumáticos usados y de otro tipo de desperdicios.
En síntesis, este vertido incontrolado, por la naturaleza propia de los residuos y las características de la ubicación, conlleva un grave peligro para el medio y la salud de las personas, al mismo tiempo que se está produciendo un daño o deterioro grave del medio ambiente.
Es necesaria, por tanto, una actuación inmediata y decidida de las administraciones competentes para restituir el medio, regenerar el espacio degradado por el vertido incontrolado, y garantizar la salud y la seguridad de las personas y los bienes. Así mismo, se deben adoptar las medidas oportunas para evitar la producción de daños y minimizar el peligro potencial existente.
Con este propósito, el Síndic se ha dirigido al Ayuntamiento de Tossa de Mar, a la Agencia de Residuos de Cataluña y a la Dirección general de los Agentes Rurales.
En este sentido, la institución ya actuó de oficio en el verano de 2016 al conocer la existencia de diecinueve vertidos incontrolados en la demarcación de Barcelona, concretamente en los municipios de Arenys de Mar, les Franqueses del Vallès, Palau-solità i Plegamans, Cerdanyola del Vallès, Ullastret, Sant Salvador de Guardiola, Sant Fruitós de Bages, Fonollosa, Sant Mateu de Bages, Viver i Serrateix, Avinyó, Tavèrnoles, Rupit i Pruit, Sant Pere de Torelló, Sant Quirze de Besora, Alpens, Sant Agustí de Lluçanès, Pinós y la Roca del Vallés.
Todos aceptaron las recomendaciones y las sugerencias del Síndic de Greuges y, a excepción de la Roca del Vallès, acreditaron la limpieza y la retirada de los vertederos. El Síndic denunció la inactividad de las administraciones, durante diez años en algún caso, en vez de adoptar medidas de urgencia ante una situación que conllevaba un gran riesgo, tanto para el medio ambiente como para la salud y la seguridad de las personas.