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El Síndic subraya la calidad del sistema de salud pública en Cataluña y en España

11/12/2019

foto (c) Pixabay

Comunicado del Síndic

Sobre las listas de espera en Cataluña, esta materia ha sido objeto de análisis crítico desde hace años en todos los informes anuales y en informes específicos, como por ejemplo el último sobre los derechos de los niños

Se continúa advirtiendo de las erosiones a derechos que significan las listas de espera

Cabe señalar que el número de quejas que se reciben sobre salud son proporcionalmente inferiores al número de usuarios potenciales, en comparación con otros servicios públicos

Considera que el Gobierno central debería plantear fórmulas para compensar el sobrecoste que tienen las comunidades que amplían la atención a la salud

Frente a la polémica suscitada a raíz de la entrevista al síndic, Rafael Ribó, el lunes pasado a las 9 horas, en la Cadena Ser (programa Aquí, amb Josep Cuní), sobre las listas de espera, la institución y su titular quieren dejar constancia de la calidad que tiene el sistema público de salud en Cataluña y en España.

El Síndic quiere confirmar que el hecho de que pacientes de otras comunidades con enfermedades complejas vengan a ser tratados en el sistema público de Cataluña (como también sucede con el sistema público de Madrid) está previsto por el CSUR (Centros Servicios y Unidades de Referencia) del Sistema Nacional de Salud, vigente para todo el territorio español. Madrid dispone de 86 centros reconocidos como tales y Cataluña, de 83. En este sentido, son las comunidades que tienen un número más alto, por razones obvias, de efectivos y disponen de mayores adelantos tecnológicos. Está previsto que los costes de estas intervenciones de pacientes de otras comunidades sean compensados, cuestión que no se cumple en su totalidad.

Este hecho se suma a la complejidad de las intervenciones, cada vez más sofisticadas y de mayor duración, que repercuten en la ralentización de la atención de otras intervenciones más sencillas.

El Síndic considera que sería necesario revisar y adecuar a la realidad la fórmula para calcular el pago de este sobrecoste para la sanidad catalana cuando atiende −obviamente− a pacientes provenientes de otras comunidades. Lo mismo sucede con la Comunidad de Madrid.

En cuanto a las cifras, es importante poner de manifiesto, según datos del propio ICS, que entre los años 2016-2019 se han incrementado en un 21% las intervenciones oncológicas en los hospitales de referencia. Órganos o situaciones que antes no se podían operar, gracias a los adelantos en medicina, ahora es posible hacerlo. Sin embargo, estas intervenciones requieren lógicamente más horas de quirófanos, cuyo número no se ha visto incrementado.

Otro elemento que cabe tener presente es la progresiva implantación de la robótica, que ha permitido mejorar la cirugía, a la vez que permite una precisión milimétrica, puesto que puede ampliar mecánica y digitalmente los movimientos del personal cirujano, evitando el temblor de manos. El ICS es la institución con más robótica del Estado, y de enero a octubre se han llevado a cabo 1.391 intervenciones con cirugía robótica. Sin embargo estas intervenciones también implican más tiempo de quirófano, puesto que se necesita más tiempo para operar o porque se pueden realizar operaciones que antes no se podían ni plantear.

Por último, cabe recordar que el Síndic viene advirtiendo desde hace tiempo que los principales problemas estructurales del sistema de salud aplicables a todo el Estado español que hace falta cuidar y mimar si no queremos que dicho sistema fracase, son:

  • Las bajas retribuciones y dotaciones de personal. Una mayor apuesta en este sentido por el sistema de atención primaria.
  • El desfase de inversiones necesarias, especialmente por los adelantos tecnológicos y las dotaciones para infraestructuras como por ejemplo quirófanos.
  • La progresiva jubilación de personal, que no es fácil de sustituir con la experiencia y la preparación necesaria.

Constatados los principales problemas de las listas de espera, es preciso recordar de nuevo la recomendación del Síndic: incrementar las inversiones en salud, dado que la sanidad es un derecho. El Gobierno de la Generalitat debería emprender las medidas necesarias y las inversiones imprescindibles para hacer frente a estas dimensiones estructurales. En la misma línea, el Gobierno central se debería plantear cómo compensar el sobrecoste que tienen las comunidades que pueden ofrecer el mejor servicio, puesto que es la mejor manera de garantizar el derecho a la salud de todas las personas al Estado.

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