El Síndic ha presentado el informe Los centros educativos con elevada complejidad ante la crisis derivada de la COVID-19, en que se analiza el efecto que puede tener la situación actual de confinamiento y las condiciones específicas en que se inicie el curso 2020/2021 en el desarrollo educativo de este alumnado.
Muchos alumnos socialmente desfavorecidos no han podido seguir la actividad lectiva programada de forma adecuada durante el curso 2019/2020, a pesar de las actuaciones llevadas a cabo por administraciones, centros y profesorado, no sólo por problemas de conectividad, sino también por déficits de acompañamiento familiar y por problemas de desapego escolar acentuado en la actual situación de confinamiento.
La actividad lectiva a distancia no garantiza el buen desarrollo del currículum para el conjunto del alumnado, de manera que el Síndic considera que la no-presencialidad o la semipresencialidad no se pueden mantener de cara al curso 2020/2021 en la medida de lo que sea posible.
1. El retorno a la escuela durante este curso 2019/2020 no se puede hacer a cualquier precio
El retorno a la escuela del conjunto del alumnado durante este curso 2019/2020, debe estar supeditado a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, no tiene impacto en términos estrictamente académicos, puesto que el efecto confinamiento en los aprendizajes y en las trayectorias educativas del alumnado, especialmente del alumnado socialmente desfavorecido, no se puede compensar en las pocas semanas que faltan para finalizar el curso, sino que se tendrá que hacer de cara al curso 2020/2021.
El retorno a la escuela este curso 2019/2020 debe estar muy orientado a responder a necesidades específicas, sean de conciliación de la vida laboral y familiar de las familias, sean de atención de situaciones de vulnerabilidad social y de déficits de acompañamiento familiar, así como a situaciones específicas como por ejemplo la preparación de la selectividad u otras pruebas. Por este motivo, se propone continuar con el seguimiento de la actividad lectiva a distancia hasta final de curso 2019/2020 y, en todo caso, abrir los centros escolares para organizar servicios de atención socioeducativa del alumnado, con una función lúdica y de refuerzo escolar y acompañamiento en el seguimiento de la actividad lectiva a distancia.
En este retorno igualmente es preciso también que se haga un plan específico en el caso de los centros con elevada complejidad, donde buena parte del alumnado es socialmente desfavorecido y requiere este apoyo. Si es necesario aplicar medidas de distanciamiento social, será imprescindible buscar espacios alternativos, como por ejemplo escuelas próximas con menos concentración de alumnado socialmente desfavorecido o equipamientos municipales.
Para dimensionar el alcance de esta medida, debe tenerse presente que hay 91.224 alumnos de educación infantil de segundo ciclo, primaria y secundaria obligatoria en situación de privación material severa, 141.337, con beca de comedor escolar o 182.862, escolarizados en centros con elevada complejidad.
2. Cuatro retos pendientes de cara al inicio del curso 2020/2021 para el Departamento de Educación
El Síndic pide al Departamento de Educación que planifique el nuevo curso 2020/2021 con voluntad de atender cuatro retos pendientes (presencialidad, efecto confinamiento, impacto de la crisis económica, plan específico para centros con elevada complejidad).
Reto 1. Garantizar la modalidad presencial para todo el mundo
El Departamento de Educación ha anunciado que los centros funcionarán con grupos de 13 alumnos de primaria y 15 en secundaria, y si no se dispone de espacios suficientes, se deberá hacer en modalidad híbrida.
Frente a las limitaciones del trabajo no presencial, es necesario hacer todo lo posible para iniciar el curso en modalidad presencial para todo el alumnado, con las dotaciones necesarias, con la reorganización de los tiempos y los espacios escolares y con el uso de espacios disponibles de la red de equipamientos del entorno de las escuelas. La actividad lectiva a distancia no garantiza el buen desarrollo del currículum para el conjunto del alumnado.
El Síndic también recuerda que la actividad lectiva por turnos en días alternos no es una situación óptima. Para ampliar la capacidad de atención en grupos más reducidos, el Síndic recuerda la posibilidad de modificar el horario escolar.
El Síndic pide al Departamento de Educación que garantice las mismas condiciones de escolarización al conjunto del alumnado. No puede ser que haya alumnado que siga diferentes modalidades de escolarización (presencial o híbrida) en función de aspectos como por ejemplo la disponibilidad de espacios del mismo centro. El tipo de modalidad de escolarización no puede estar supeditada ni a la autonomía de los centros ni tampoco a sus características materiales, porque este hecho supondría un riesgo de desigualdad entre centros en el proceso de aprendizaje del alumnado.
En este contexto, es necesario incrementar las dotaciones de personal docente de los centros con elevada complejidad y garantizar la dotación de plantillas más multidisciplinarias, con asignaciones de profesionales del ámbito social (técnicos de integración social, educadores sociales, trabajadores sociales, etc.) y del ámbito de la salud (psicólogos, logopedas, etc.) y de figuras profesionales como los promotores escolares o el personal técnico de integración social.
A pesar de la priorización de la presencialidad, existe la posibilidad de que el curso 2020/2021 se inicie con situación de (semi)confinamiento del alumnado o también que durante el curso haga falta volver a situaciones de confinamiento, por lo que sea imprescindible tener garantizada la distribución a todo el alumnado con privación digital de dispositivos electrónicos y conectividad.
En este retorno, es necesario también prever un protocolo de salud para los centros escolares de prevención de la COVID-19 para garantizar el derecho a la salud de los niños y de sus familias.
Reto 2. Prevenir y compensar el efecto confinamiento en los aprendizajes y en las trayectorias educativas del alumnado
El efecto confinamiento en las trayectorias educativas se traduce en dificultades derivadas de la falta de finalización de los programas curriculares previstos para el curso 2019/2020, riesgos en la transición a la educación secundaria obligatoria, o el riesgo de abandono educativo prematuro, entre otros, que será preciso abordar con medidas, como por ejemplo:
Reto 3. Prevenir el impacto educativo de la crisis económica derivada de la pandemia de la COVID-19
En el contexto actual, el Síndic también destaca la desigualdad educativa derivada de los efectos de la crisis económica sobre las condiciones materiales de vida del alumnado socialmente desfavorecido. La experiencia demuestra que el rendimiento académico del alumnado que presenta una situación de vulnerabilidad social decrece, especialmente si no se garantiza desde la escuela una atención socioeducativa adecuada para preservar el bienestar. En este contexto el Síndic pide:
Reto 4. Elaborar un plan específico para centros con elevada complejidad
El efecto confinamiento y la situación de crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 tiene un impacto especialmente significativo en los centros con elevada complejidad y acentúa sus necesidades de incrementar la dotación de plantillas y que estas sean más multidisciplinarias, así como las necesidades de aumentar los gastos de funcionamiento de los centros, para consolidar sus proyectos educativos y garantizar la igualdad de oportunidades con respecto al alumnado escolarizado en los centros que no tienen elevada complejidad.
El Síndic pide al Departamento de Educación que el plan de desconfinamiento contenga medidas de discriminación positiva específicas para los centros con elevada complejidad.
Con este propósito, es necesario incrementar la dotación de personal de apoyo, como por ejemplo técnicos de integración social y promotores escolares, a los centros con elevada complejidad.
En Cataluña, el 20,9% de centros en primaria y el 16,4% de centros de secundaria son de elevada complejidad. Estos centros, mayoritariamente públicos (93,1%), escolarizan a 128.997 alumnos de primaria y a 53.865 alumnos de secundaria.