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El Síndic defiende el ocio educativo y pide a las administraciones públicas que garanticen que los niños en situación de vulnerabilidad social puedan participar en actividades durante el verano

En los últimos años, el Síndic ha destacado ampliamente que las actividades de ocio educativo ofrecen a los niños importantes oportunidades de desarrollo personal y social, y que el acceso a este ámbito configura un derecho protegido por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. El ocio es uno de los ámbitos educativos donde inciden más las desigualdades económicas de acceso, pero son escasas las políticas efectivas de accesibilidad desplegadas por las administraciones públicas.

La importancia del ocio educativo como espacio de provisión de oportunidades y la incidencia de las desigualdades de acceso son factores que toman una relevancia especial a raíz de la crisis de la Covid-19.

El cierre de los centros y la escasa organización de actividades presenciales para el alumnado en la reobertura final hacen que muchos de estos niños lleven tres meses sin disfrutar de actividades presenciales de educación formal o no formal, con los beneficios sociales, especialmente de prevención de las desigualdades educativas, que esto conlleva. La falta de garantías de provisión y de acceso de estos niños a las actividades educativas de ocio organizadas en verano provocaría la prolongación de esta situación de desigualdad.

Ante este escenario, la información facilitada a esta institución por el sector es que la participación en las actividades educativas de ocio caerá por debajo del 50% de los niveles de participación existentes en el año 2019, con una pérdida prevista de más de 250.000 participantes. Debe tenerse presente que el 87,5% de las actividades de educación en el ocio llevadas a cabo en el año 2019, en condiciones de normalidad, se desarrolló durante el verano, y que estas actividades contaron con 486.126 participantes (algunos de ellos, en más de una actividad).

Este descenso en la participación también se explica en parte por la renuncia de muchas familias a participar en las actividades de educación en el tiempo libre, sea por precaución de posibles contagios, sea también por el empeoramiento de las condiciones económicas que sufren.

En el año 2014 el Síndic ya presentó el informe El ocio educativo en Cataluña, que destacaba las desigualdades de acceso presentes en este ámbito y que instaba a las administraciones a incrementar la inversión para combatir estas desigualdades.

Recientemente, el Síndic ha tenido constancia de que, en lo que respecta a las ayudas económicas para facilitar la participación en las actividades de educación en el ocio de niños y adolescentes en riesgo o situación de exclusión social, el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha previsto incrementar la actual partida de 1,15 millones de euros para becas a 4,65 millones de euros, con el objetivo de cubrir las necesidades de 40.000 niños y adolescentes.

Por un lado, el Síndic recuerda que esta inversión es insuficiente para garantizar el acceso del conjunto de niños en situación de vulnerabilidad social a las actividades educativas de verano: hay cerca de 250.000 niños en situación de riesgo de pobreza, y cerca de 90.000, en situación de pobreza severa.

Por otro lado, sin embargo, el Síndic también lamenta que, con carácter general, durante los últimos meses no se ha hecho un trabajo de acompañamiento suficiente a las familias desde los servicios sociales y desde los centros escolares para estimular la participación de los niños en situación de vulnerabilidad social a la oferta existente. La promoción de ayudas económicas es una condición necesaria pero no suficiente. Además de incrementar la financiación, pues, es necesario desarrollar actuaciones que den a conocer y promuevan la participación de estos niños en las actividades.

En este sentido, cabe destacar que el Síndic ha recibido cerca de 150 quejas de entidades y personas que se han adherido a la actuación iniciada sobre el derecho al ocio. Ante este escenario, el Síndic pide que ninguno de estos niños que deje de hacer actividades viva en situación de vulnerabilidad social, o que todos los niños que pueden sufrir esta situación tengan la oportunidad de participar en actividades de educación en el ocio durante el verano. Esta institución estará atenta y continuará sus actuaciones para garantizar este derecho.

Recomendaciones

Convocatoria de ayudas económicas para los niños socialmente desfavorecidos

• Que el Departamento de Educación, el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias y los ayuntamientos convoquen las ayudas para fomentar el acceso de los niños en igualdad de oportunidades a las actividades de educación en el tiempo libre organizadas en verano y también a las actividades extraescolares que se puedan desarrollar durante el curso (art. 50.3 y 202 de la LEC), y que se garantice que el gasto público destinado se dirija efectivamente a estas ayudas para niños, especialmente en zonas socialmente desfavorecidas.

• Que se incremente la financiación de las entidades de educación en el tiempo libre para promover la participación de los niños socialmente desfavorecidos a la oferta de actividades existente.

• Que las administraciones públicas que gestionan directamente actividades y servicios de ocio educativo sufragadas con fondos públicos, o dan apoyo financiero, promuevan medidas de accesibilidad económica (ayudas económicas, bonificaciones y exenciones, sistemas de tarificación social, etc.)

• Que los ayuntamientos, conjuntamente con los agentes del territorio, garanticen la promoción y la provisión de actividades de tiempo libre durante el verano, especialmente en municipios socialmente desfavorecidos, y la participación de los niños con más necesidades socioeducativas.

• Que el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias y los ayuntamientos garanticen el funcionamiento de los servicios de intervención socioeducativa (centros abiertos) a lo largo del verano.

• Que los ayuntamientos fomenten el acceso y la apertura de los equipamientos públicos y de las instalaciones de titularidad municipal (escuelas, centros cívicos, bibliotecas, centros de entidades, instalaciones deportivas, etc.) a las entidades de ocio educativo para el desarrollo de actividades educativas.

• Es necesario promover el trabajo integrado entre servicios sociales, centros escolares y entidades que desarrollan actividades de ocio educativo para garantizar y apoyar la participación de los niños socialmente desfavorecidos a la oferta.

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