El último mes el Síndic ha recibido numerosas quejas y consultas de personas que exponían haber sufrido un incremento en el último recibo del servicio de suministro de agua.
A partir de un primer análisis de los hechos, el Síndic ha detectado que durante el periodo de estado de alarma el personal de las entidades suministradoras no se ha desplazado a los inmuebles a leer los contadores de agua. En consecuencia, las compañías hicieron una estimación del consumo, que ha sido deducido en la siguiente factura emitida por la compañía una vez obtenida la lectura real del contador.
Sin embargo, la estimación que se aplicó en la mayoría de casos no se adaptó a la situación real del consumo. Cuando en la factura posterior se ha regularizado el consumo, la consecuencia ha sido un incremento en el volumen de metros cúbicos facturados. Y este hecho ha supuesto un incremento en el importe a pagar en concepto de la factura del agua con el agravante de que las tarifas que se aplican, en la mayoría de municipios catalanes, son progresivas atendiendo al consumo que se realiza. En consecuencia, en algunos casos puede que en el momento de regularizar la situación se haya saltado al tramo siguiente y, por lo tanto, se aplique una tarifa más elevada para aquellos metros cúbicos.
Del análisis hecho hasta ahora, al Síndic no le consta que las entidades suministradoras, de oficio, hayan informado a las personas de la posibilidad de solicitar la modificación de las facturas de agua correspondientes a los periodos de facturación que comprendía el estado de alarma y el siguiente periodo, en el que se hizo la lectura real, de modo que se asigne la parte proporcional del consumo real registrado según los días de consumo de cada periodo.
Además, hay que tener en cuenta también que durante el periodo del estado de alarma es probable que el uso del agua en algunas viviendas se haya visto incrementado, y al Síndic tampoco le consta que se haya valorado aplicar alguna medida de ampliación de tramos de consumo para paliar los efectos del incremento del uso del agua.
Por todo ello, el Síndic se ha dirigido a las entidades suministradoras para pedir información sobre qué datos han tenido en cuenta a la hora de calcular el consumo estimado, qué actuaciones se están llevando a cabo para subsanar las facturas emitidas con incrementos como consecuencia de regularizaciones de consumo, y si se ha valorado proponer la ampliación de tramos de consumo durante el periodo de confinamiento. Paralelamente, también se ha solicitado información sobre la previsión de renovación del parque de aparatos de medida y el porcentaje de contadores digitales en Cataluña.
En el caso concreto de Barcelona, el incremento en la factura del agua se ha visto doblemente afectado porque ha coincidido con la incorporación de una nueva tasa de recogida de residuos creada por el Ayuntamiento, estrenada hace unas semanas. El Síndic está estudiando las razones de la inclusión de la tasa en la factura del agua, en el marco de la memoria justificativa aprobada el 28 de febrero. Cabe decir que en el Informe sobre el derecho a los suministros básicos (electricidad, agua y gas) de diciembre de 2014 el Síndic recogió que había que excluir de las facturas del agua todos los conceptos que no estuvieran relacionados con el ciclo del agua, como la tasa del servicio de recogida de residuos. Esta nueva tasa, que también ha sido objeto de quejas al Síndic, se ha empezado a estudiar en el marco de una actuación de oficio.