El Pacto contra la segregación escolar en Cataluña, de marzo de 2019, promovido por el Departamento de Educación y el Síndic de Greuges con el apoyo de la mayoría de administraciones locales de municipios de más de 10.000 habitantes y de agentes de la comunidad educativa, tenía por objetivo situar la segregación escolar en el centro de la agenda de la política educativa, ya que es uno de los principales problemas que sufre nuestro sistema educativo, así como promover consensos en torno a las medidas a emprender, con el propósito de facilitar su implementación.
Ya desde el año 2008, cuando el Síndic de Greuges presentó su primer informe extraordinario sobre la segregación escolar en Cataluña, esta institución constató que la falta de consensos en esta materia había bloqueado el desarrollo de políticas activas para combatir este fenómeno. El caso más evidente es que los instrumentos previstos en la Ley de Educación de Cataluña, aprobada en 2009, como la proporción máxima de alumnado con necesidades educativas por centro o el alargamiento de la vigencia de la reserva de plaza hasta al inicio de curso, aún no se han aplicado.
El Pacto contra la segregación escolar prevé 9 ámbitos de actuación, 30 actuaciones y 189 medidas que deben ser implementadas por las diferentes entidades firmantes en el periodo 2019-2023. Una de las medidas más importantes prevista es la aprobación de un nuevo decreto de admisión de alumnado que recoja nuevos instrumentos para combatir la segregación escolar.
Principales novedades del nuevo decreto
El nuevo decreto aprobado por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña incorpora las principales recomendaciones hechas en el marco de los trabajos del Pacto contra la segregación escolar, y más concretamente en el documento "Propuestas para un nuevo decreto y para nuevos protocolos de actuación" , presentado el pasado 4 de noviembre de 2019.
El Síndic valora muy positivamente el contenido del nuevo decreto de alumnado porque aporta instrumentos suficientes, si se aplican de manera adecuada, para dar un salto cualitativo en la reducción de los niveles de segregación escolar del sistema en los próximos años.
Los nuevos instrumentos son:
Mejora de los niveles de detección del alumnado con necesidades educativas específicas
Más garantías de escolarización equilibrada de alumnado con necesidades educativas específicas
Medidas para promover la escolarización de alumnado socialmente favorecido en centros de alta complejidad
Evitación de la sobreoferta en la programación de la oferta
Zonas educativas heterogéneas como unidades de gestión del proceso de admisión de alumnado
Gestión de la matrícula fuera de plazo
Garantías de gratuidad
Evaluación
Evolución de la segregación escolar en Cataluña en los últimos 10 años
A lo largo de la última década, los niveles de segregación escolar han tendido a disminuir, especialmente desde el curso 2018/2019, aunque de manera poco significativa.
Para medir el nivel de equidad en la distribución del alumnado extranjero entre centros, se ha adoptado el índice de disimilitud, que mide la proporción de alumnado que (hipotéticamente) debería cambiar de escuela para conseguir una distribución perfectamente igualitaria (oscila entre 0 y 1, y la situación de perfecta igualdad es 0 y la de máxima desigualdad, 1). Un índice de disimilitud del 0,5, por ejemplo, nos indica que, para conseguir una distribución perfectamente equitativa, el 50% de alumnado debería estar escolarizado en otros centros.
El análisis de la evolución de los índices de disimilitud concluye que, desde el curso 2011/2012, tanto en primaria como en secundaria, no se han producido avances muy significativos en la lucha contra la segregación escolar del alumnado extranjero: mientras que el curso 2011/2012, para garantizar una escolarización plenamente equilibrada del alumnado extranjero en primaria, habría sido necesario (hipotéticamente) cambiar de centro al 47% del alumnado, en el curso 2019/2020 esta proporción se sitúa en el 41%. En la última década, los niveles de segregación del alumnado extranjero se han reducido un 13% en primaria y un 10% en secundaria, especialmente gracias a los buenos resultados evolutivos del último curso escolar.
Con este ritmo de reducción, habría que destinar prácticamente dos décadas para alcanzar unos niveles bajos de segregación escolar en primaria (por debajo del 0,3).
La segregación escolar en primaria es más elevada que en secundaria, en parte, porque existe una detección más alta del alumnado con necesidades educativas específicas y, por consiguiente también, una aplicación más alta de medidas de escolarización equilibrada de este alumnado. El curso 2019/2020 el 15% del alumnado en primaria tenía necesidades educativas específicas, mientras que esta proporción es del 20% en secundaria. Al inicio de la etapa, las diferencias son aún más significativas: 8,5% en P3 y 18,9% en secundaria.
Precisamente, la mejora experimentada en el último curso escolar por los niveles de segregación escolar se explica en parte por el incremento de los niveles de detección de alumnado con necesidades educativas específicas.
Vídeo: Comisión de seguimiento del Pacto contra la segregación escolar 16 de febrero de 2021