La mayoría de casos no se denuncian y este hecho dificulta la posibilidad de detectar el fenómeno
Es necesario que el circuito de comunicación de las situaciones de discriminación racial sea simple, claro y comprensible
Es preciso dotar al personal educativo de formación y capacitación en igualdad racial
A raíz de una queja recibida sobre el presunto acoso de naturaleza racista sufrido por un menor de once años en un centro educativo, el Síndic estimó conveniente abrir una actuación de oficio para estudiar los mecanismos de prevención y actuación en el ámbito educativo contra actitudes y comportamientos de odio, estigmatización y racismo entre y hacia los niños, su familia o cualquier miembro de la comunidad educativa.
El Síndic manifiesta que desafortunadamente, salvo en contadas ocasiones, las personas menores de edad afectadas por discriminación racial, probablemente por miedo, no denuncian la situación, ni buscan el apoyo de los adultos, y tampoco lo hacen sus familias. Y este hecho contribuye a aumentar la dificultad de detectar el acoso y/o la discriminación, que permanecen invisibilizados o incluso en algunas ocasiones "normalizados". Por lo tanto, la ausencia de quejas o denuncias no siempre es un indicativo de la falta de existencia de estas actitudes sino más bien de la falta de detección de situaciones racistas. Por ello, el Síndic pide que el estudio de este caso concreto sea una oportunidad para la Administración educativa para reflexionar acerca de las prácticas que resulten necesarias y se considere la necesidad de garantizar una formación adicional a miembros de la Administración educativa y la escuela sobre el tema de la discriminación racial y la importancia de una intervención activa y comprometida en interés superior del niño.
El Síndic recuerda que el Departamento de Educación dispone de herramientas y servicios suficientes -protocolo de prevención, detección e intervención ante el acoso y el ciberacoso entre iguales, protocolo contra conductas de odio y discriminación, programas de mediación escolar e intercultural, etc.- pero que es necesario que estas herramientas sean efectivamente conocidas por el profesorado y utilizadas en beneficio de los menores.
El Síndic también recuerda que la Administración educativa tiene que trabajar en red y que cuando lo considere conveniente puede hacer derivaciones o peticiones de colaboración a otros servicios, recursos o entidades especializadas para abordar temas específicos.
El Síndic pide que se valore la conveniencia de redactar un circuito simple, claro y comprensible para los niños y las familias a fin de actuar ante el acoso y/o la discriminación racial e informar si esta se produce, y que se garantice que se trata con la máxima confidencialidad, sensibilidad y experiencia cualquier comunicación de esta naturaleza del niño para prevenir una victimización secundaria por el hecho de haberlo denunciado.
También pide que, por medio de un proceso participativo, y con la ayuda de expertos si se considera necesario, se revisen los documentos de organización y de funcionamiento de los centros educativos, y los otros documentos de regulación, para trasladar un mensaje claro de tolerancia cero hacia cualquier forma de discriminación racial en la escuela que aparezca de forma transversal en toda la normativa de los centros. En esta línea, el Síndic también manifiesta la necesidad de garantizar la transparencia y la accesibilidad de esta documentación y de los protocolos, así como de garantizar su publicación y la comunicación fácil a todas las familias (especialmente familias vulnerables y con barreras idiomáticas).
En cuanto al alumnado, el Síndic es partidario de promover la educación intercultural con el objetivo de preparar a la ciudadanía para que pueda desarrollarse en una sociedad plural, diversa e igualitaria. A juicio de la institución, es posible prevenir las conductas de odio y discriminación trabajando conjuntamente familia y escuela las habilidades cognitivas, emocionales y sociales de niños y jóvenes, así como la educación basada en los derechos de los niños.
En cuanto al profesorado, el Síndic destaca que la falta de formación específica en discriminación de raza e igualdad puede resultar una barrera importante para detectar y combatir el racismo y la discriminación, lo que deja al alumnado racializado vulnerable y sin la protección necesaria. Por lo tanto, resulta imprescindible dotar al personal educativo y de ocio de formación y capacitación en igualdad racial y discriminación.
En cuanto a la normativa, el Síndic recuerda que el Consejo de Europa señala que la acción de la legislador contra el racismo y la discriminación racial desempeña una importante función educativa en la sociedad en transmitir de manera convincente el mensaje de que no se tolerará ningún intento de legitimar el racismo y la discriminación racial en una sociedad regida por las leyes. Y, en este sentido, el Síndic solicita al Departamento de Educación que revise la normativa y los instrumentos educativos vigentes para en su caso introducir más instrumentos y circuitos específicos o valorar si procede adoptar un manifiesto o un compromiso de todas las escuelas en Cataluña para prevenir, detectar y combatir cualquier forma de racismo, microracismo, xenofobia o discriminación, con un claro mensaje de tolerancia cero a conductas racistas o xenófobas en la escuela.
Finalmente, cuando en el acoso existan componentes de racismo, el Síndic valora la conveniencia de que las investigaciones sean llevadas a cabo por profesionales cualificados que hayan recibido formación específica para garantizar un abordaje sensible y basado en los derechos del niño.