Desde el Síndic de Greuges queremos unirnos a la denuncia de todas las formas de violencia que sufren todas las mujeres, por razón de su género, y mostrar el rechazo hacia cualquier tipo de actitud que la tolere o justifique, y más en un tiempo en el que hemos sido testigos del aumento de asesinatos machistas y de agresiones sexuales.
La violencia contra las mujeres es una grave violación de los derechos humanos, un fenómeno estructural y mundial que perpetúa unas relaciones de dominación del hombre hacia la mujer y que choca con el principio de igualdad de trato, amparado por la diversa legislación nacional y internacional. Según la ONU MUJERES, a nivel mundial, un 35% de las mujeres han experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de una pareja íntima o violencia sexual perpetrada por una persona diferente de su pareja. Según los resultados de la Macroencuesta de violencia sobre la mujer de 2019, una de cada dos mujeres residentes en el Estado español de 16 o más años han sufrido violencia a lo largo de sus vidas por el hecho de ser mujeres. Estas cifras ponen de manifiesto una realidad que no puede normalizarse ni banalizarse.
La erradicación de la violencia contra las mujeres implica incidir en el ámbito educativo, fomentando una educación en valores de igualdad y de respeto a la diversidad, teniendo en cuenta que la violencia contra las mujeres es fruto de la educación de un sistema patriarcal y, por ello, insta al Gobierno a desarrollar las acciones para aplicar las modificaciones introducidas por la Ley 17/2020, de 22 de diciembre, en la Ley 5/2008, de 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista en los distintos ámbitos, para asegurar que puedan vivir una vida libre de violencias.
Con motivo de ese día, el Síndic de Greuges quiere realizar un llamamiento para que desde todos los ámbitos y profesionales que trabajan con mujeres se actúe en la misma línea de sensibilización, prevención, detección y erradicación de toda violencia ejercida hacia ellas, con formación específica en género para abordar este problema estructural de forma integral y evitar su doble victimización.
La Ley 5/2008 fue pionera en consignar que uno de los principios orientadores de las intervenciones de los poderes públicos era la evitación de la victimización secundaria de las mujeres y el establecimiento de medidas que impidieran la perpetuación de las violencias machistas, y reconoce así la responsabilidad de las administraciones. Por otro lado, la Ley 17/2020 incluye la violencia institucional como ámbito específico de violencia e incorpora una nueva definición, la de diligencia debida.