El Síndic ha presentado hoy un nuevo informe titulado Retos y dificultades en el acceso de las mujeres a los cuerpos policiales de Catalunya y al cuerpo de Bomberos de la Generalitat, que se ha entregado en el Parlament de Catalunya.
El informe parte del imperativo que establece la normativa internacional de derechos humanos de eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer y adoptar políticas de seguridad que incorporen la igualdad de género de forma transversal en todas sus dimensiones.
En todos los países del mundo, los cuerpos de seguridad han sido creados exclusivamente y conformados mayoritariamente por hombres. Policías y bomberos son ejemplos de profesiones estereotipadas por razón de género, que han sido consideradas un trabajo de hombres, por lo que las aptitudes y cualidades de ser un “buen policía” o un “buen bombero” van asociadas a la idea de masculinidad dominante. Ante estos estereotipos que perjudican a las mujeres y otros colectivos que no encajan en este patrón, es necesario que las instituciones erradiquen las prácticas institucionales discriminatorias y las actuaciones ciegas en el género que perpetúan estas discriminaciones. Si bien es cierto que fomentar que haya mayor presencia de mujeres en los cuerpos policiales es un objetivo que está presente en las políticas de igualdad de oportunidades de la mayoría de los estados democráticos, el Síndic cree que esto no es suficiente y que es necesario un cambio en la cultura organizacional de los distintos cuerpos, de forma que si no se adoptan medidas de acción positiva para favorecer la incorporación del talento de las mujeres y si no se eliminan algunas barreras que en ocasiones son invisibles, las mujeres seguirán excluyendo inconsciente de estos cuerpos.
Los colectivos examinados en este informe (Policía de la Generalitat de Cataluña –Mossos d'Esquadra, policías locales y cuerpo de Bomberos de la Generalitat de Cataluña) pertenecen a profesiones fuertemente estereotipadas por razón de género y son, todavía hoy en día, un claro dominio masculino. La manifestación más evidente de estas dificultades es la baja presencia de mujeres en los cuerpos analizados, junto a su fuerte infrarrepresentación entre los cargos de mando y una marcada división sexual del trabajo en el seno de estas organizaciones. Los datos recogidos en el informe muestran cómo el acceso de las mujeres a estos cuerpos en los últimos diez años (2010-2020) se ha estancado, dado que sólo ha aumentado un 0,71%, y cómo la presencia de mujeres disminuye de forma significativa en los escalafones superiores: sólo hay un 10% de mujeres comisarias y un 6% de subinspectoras.
Esto indica que institucionalmente estos cuerpos todavía invisibilizan las aportaciones de las mujeres y penalizan su desarrollo profesional.
Los avances en materia de igualdad de género experimentados en estos cuerpos a lo largo del tiempo han ido siempre acompañados de la aprobación de las normativas de igualdad y no discriminación que, en el caso de Cataluña y España, tienen un claro fundamento en las normas europeas. A pesar de que estas normas han dado paso a una igualdad formal, todavía se observan marcadas diferencias y brechas por razón de género que arrastran a las mujeres al incorporarse al mercado de trabajo y, más concretamente, a los cuerpos policiales, diferencias que están presentes en la permanencia y en el desarrollo de su carrera profesional.
En paralelo, el Síndic ha querido destacar que las políticas de igualdad de género dirigidas a estos cuerpos llevadas a cabo por el legislador y el Govern han sido prácticamente inexistentes hasta hace relativamente poco tiempo, y la recepción de estas políticas en los diferentes cuerpos ha sido desigual.
En este sentido, el Síndic ha constatado que los diferentes gobiernos al frente de la Generalitat no han cumplido hasta hace poco con la normativa de igualdad, dado que no han incorporado la perspectiva de género en la coordinación del sistema de seguridad pública, ni en la definición de estas políticas ni en el establecimiento de sus prioridades. Sin embargo, coincidiendo con el Plan estratégico en materia de igualdad (2019-2022), se observa un punto de inflexión en la plasmación de estas políticas.
También ha constatado grandes asimetrías en los tres cuerpos estudiados en cuanto al grado de despliegue de las políticas de igualdad y los cambios introducidos en las culturas organizativas respectivas. Así, los avances recientes en estas materias en la Policía de la Generalitat - Mossos d'Esquadra contrastan con la situación, todavía muy incipiente, del cuerpo de Bomberos de la Generalitat. En el caso de la policía local, por motivos competenciales, organizativos y la confluencia de diferentes agendas políticas, se perciben estadios desiguales de implementación de estas políticas entre las diferentes plantillas. Por eso, en una materia tan transversal, la Generalitat debería asumir la coordinación y el diseño de las políticas de igualdad.
Por último, en el informe se recogen una serie de recomendaciones, entre las que destacan:
En la Generalitat y en los gobiernos municipales:
- Incorporar la perspectiva de género en la coordinación de las políticas de seguridad entre el gobierno de la Generalitat y de los gobiernos municipales y en las políticas sectoriales.
En la Generalitat (Departamento de Interior):
- Aprobar un plan u hoja de ruta para implementarlo en las políticas de seguridad con perspectiva de género, mediante una metodología que mida los impactos de género de sus políticas y permita la adopción de indicadores, objetivos y medidas
- Regular y diseñar un modelo de selección homogeneizado para los diferentes cuerpos, que combine el respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad con la toma en consideración de las funciones y tareas reales a desarrollar y de las diferencias de cada sexo. Esto haría necesario incorporar en los tres cuerpos un temario común en materia de igualdad y no discriminación y sobre violencia de género; revisar con perspectiva de género los requisitos de acceso para evitar disfunciones, como ocurre en el caso de la altura en algunas policías locales; adecuar la tipología de las pruebas físicas a los requerimientos de las funciones y tareas reales; establecer una regulación unitaria que garantice el derecho de las mujeres candidatas a examinarse en situación de embarazo, parto o lactancia, y garantizar la paridad en todos los tribunales calificadores y la formación de sus miembros en temas de igualdad y género.
- Continuar con las campañas de comunicación inclusiva, organizar charlas informativas y otras medidas de acción positiva dirigidas a fomentar la participación de las mujeres.
- Detectar las barreras que dificultan la promoción y la carrera profesional de las mujeres en los tres cuerpos, estudiar sus motivos y analizar de forma prioritaria las cuestiones de conciliación de la vida personal y laboral y de segregación horizontal, entre otros.
En los gobiernos municipales:
- Velar para que los planes de igualdad tengan una buena diagnosis e implementen acciones y objetivos en relación con la policía local, y realizar un seguimiento y una evaluación de su implementación.