A una joven extutelada se le denegó una beca de estudios alegando que no quedaba acreditada su independencia económica y familiar
El sistema de becas actuales no tiene en cuenta la vulnerabilidad de este colectivo
El Departamento de Educación ha manifestado que creará un sistema de intercambio de datos de los becarios tutelados y extutelados con la DGAIA
La institución del Síndic de Greuges de Cataluña ha recibido quejas de jóvenes extutelados a lo largo de los años: el Departamento de Educación les deniega becas de estudios generales. El último caso ha sido el de una joven a la que se le ha denegado una beca para el curso 2020-2021. El Departamento alega que no queda acreditada su independencia económica y familiar, pues la joven vive con su abuela. Ahora bien, la joven aclara que su abuela no trabaja ni tiene ingresos y que también conviven con otros dos menores. Los únicos ingresos de la joven son los de su prestación de extutelada.
Para acceder a una ayuda económica por estudios postobligatorios, y al objeto de evitar fraudes, cabe acreditar la independencia económica o familiar con vistas a calcular los umbrales de renta de la unidad familiar. Así está regulado en las bases de la convocatoria de becas generales. Sin embargo, la condición de persona extutelada no se recoge expresamente en la normativa que regula estas becas.
Por ello, la síndica se ha dirigido al Defensor del Pueblo para que valore recomendar una modificación de la normativa de becas vigente con vistas a introducir esta condición especial. En el mismo sentido, el equipo de la síndica también se ha reunido con representantes de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación de Cataluña (AGAUR), que aseguran tener una especial sensibilidad ante estas situaciones. Ya se han comenzado a coordinar con las universidades y el Departamento de Derechos Sociales para estudiar estos casos.
A la vista de la situación, la síndica alerta de que los jóvenes extutelados se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad: no suelen disponer de apoyo familiar ni de recursos suficientes en su transición a la vida adulta. Es un colectivo que presenta un alto riesgo de exclusión social y económica, como han destacado numerosos estudios, tanto de ámbito catalán como europeo.
Los datos de fracaso escolar también demuestran que son un colectivo especialmente castigado. De acuerdo con los últimos estudios para el curso 2012-2013, más de la mitad de los adolescentes tutelados no están en el curso que les correspondería por edad. La tasa de idoneidad de estos adolescentes a los 16 años es del 38,6%, y entre los 12 y 14 años, del 49,5%. Además, cerca del 50% de los adolescentes tutelados repite curso (49,2%, 16 años, y 46,6%, 12-14 años); finalmente, la tasa de no graduación de los tutelados en cuarto de ESO gira en torno al 40%. Por todo ello, esta institución ha pedido al Departamento de Educación que revise el caso.
La voluntad de la síndica es que este caso se convierta en ejemplificativo para un estudio más amplio. Ha pedido al Departamento de Educación que valore crear una comisión bilateral con la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) para estudiar las necesidades específicas de estos jóvenes extutelados y que se tenga en consideración su condición al tramitar las becas de estudios.
Esta semana el Departamento de Educación ha comunicado al equipo de la síndica que se pondrá en contacto con la DGAIA para fijar un sistema de intercambio de datos para becarios tutelados y extutelados. Se pretende evitar, así, que se repitan casos como el que nos ocupa.