Las personas mayores no constituyen un grupo de personas homogéneo, y la edad no es un factor que determine por sí solo unos derechos diferentes. Sin embargo, el envejecimiento es un elemento que, sobre todo por las condiciones en que viven las personas, hace que a menudo se encuentren en una situación más desfavorecida para el disfrute efectivo de los derechos, y de manera particular sobre algunos de estos derechos. Esta situación, junto con el envejecimiento general de la población, provoca que la atención a las personas mayores se convierta en un objetivo a garantizar mediante la adopción de políticas públicas que atiendan de manera eficaz sus necesidades, y que sea necesario asegurar que, a pesar de las eventuales dificultades que se pueden derivar de la edad y la evolución de la sociedad y de la forma de vida, se garantice la inclusión de todas las personas.
La atención residencial en tiempos de pandemia
La situación de emergencia sanitaria vivida durante el año 2020 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los equipamientos residenciales para personas mayores. En el marco de las quejas recibidas y las actuaciones iniciadas, el Síndic ha detectado insuficiencias de información, de relación y diálogo con los familiares, de transparencia y de liderazgo, y también se han evidenciado graves carencias tanto en recursos materiales como humanos, sobre todo al principio de la pandemia.
En este contexto, el Síndic recomendó revisar con urgencia el modelo residencial y su capacidad para afrontar la pandemia con las medidas de precaución y prevención indispensables. Esta revisión debía analizar a fondo la estructura y el tamaño de los centros residenciales, la atención social y médica a las personas usuarias y los protocolos vigentes, los recursos humanos y las ratios de profesionales, así como la relación con las familias y con el entorno. Se consideró importante y necesario potenciar y desarrollar los recursos alternativos al residencial (pisos tutelados, apoyo en el propio hogar) que permitieran que el sistema de atención social estuviera más descentralizado y dispersado en recursos con menor número de usuarios.
Respecto a la atención médica, el Síndic considera que se debe establecer el seguimiento sanitario por parte de la atención primaria y la correspondiente derivación a recursos hospitalarios en caso de que se considere necesario.
Dificultades para acceder a recursos residenciales
Los recursos residenciales son necesarios para las personas que, dadas sus condiciones, necesitan una atención integral que no puede ser prestada en el entorno domiciliario por los familiares o profesionales. En estos casos, los centros residenciales se convierten en el nuevo hogar de las personas y tienen la finalidad de que cada persona pueda recibir el apoyo que necesita para desarrollar sus actividades básicas de la vida diaria y para potenciar sus capacidades.
A lo largo de los años uno de los temas recurrentes en las quejas ha sido las largas listas de espera para poder acceder a un servicio residencial y las dificultades para conocer el funcionamiento de estas así como la falta de información.
El Síndic ha constatado que no se garantiza un sistema de consulta que permita a las personas interesadas conocer, autónomamente, el estado de tramitación de su solicitud y la posición que ocupan en la lista de espera en cada momento y ni siquiera existe un archivo único que recoja el estado general de las listas de espera. Tampoco hay pautas objetivas y públicas en relación con los criterios de priorización que se aplican en casos concretos. Por lo anterior, el Síndic pidió que se adoptaran las medidas necesarias para garantizar la publicidad permanente de las listas de espera y que se dotara de publicidad los movimientos de estas listas, a fin de que los interesados puedan consultar, en todo momento, el nombre del recurso o recursos en los que quedan inscritas y del lugar que ocupan en cada una de las listas.
La accesibilidad y las dificultades para desplazarse
Uno de los temas tratados a lo largo de los años es los problemas de accesibilidad con que se encuentran las personas mayores - aunque también jóvenes con movilidad reducida, en general - para desplazarse con normalidad. Concretamente, en las quejas recibidas, se exponen las dificultades que se han detectado en espacios muy diversos por el hecho de no disponer de un itinerario plenamente accesible para moverse de manera autónoma una vez se ha accedido.
En esta misma línea, cabe tener presente que los obstáculos físicos (o de cualquier otro carácter) no sólo perjudican a las personas de edad avanzada, sino también a otras personas que presentan una situación puntual y temporal, o que se encuentran en una determinada etapa de la vida en que sus capacidades se ven afectadas. Así pues, debemos ser conscientes de esta situación y avanzar hacia una accesibilidad universal.
Las pensiones
Como consecuencia de varios factores los pensionistas han visto reducido su poder adquisitivo en los últimos años.
En el año 2017 el Síndic emitió una resolución en la que defendía la necesidad de que el Gobierno español impulsara un pacto con las comunidades autónomas, los partidos políticos y los sindicatos que garantizara la continuidad y sostenibilidad de las políticas sociales.
Este pacto, de ámbito estatal, debería ir más allá de medidas como alargar la edad de la jubilación, limitar el incremento anual de las pensiones. Se propone emplear nuevos mecanismos, como por ejemplo la subida de impuestos, para garantizar la capacidad financiera del Estado para asumir el gasto. El Síndic también planteó la posibilidad de flexibilizar la edad y los criterios de acceso a la jubilación, en función de la voluntad de cada trabajador.
La pobreza energética y el bono social
Después de investigar el caso de pobreza energética que salió a la luz pública a raíz de la muerte en Reus de una mujer de edad avanzada, el Síndic detectó insuficiencias y carencias estructurales por falta de recursos de los servicios sociales básicos de las administraciones locales. También alertó de deficiencias normativas y políticas, y cuestionó la poca concreción de la Ley 24/2015, en materia de pobreza energética, con respecto a la aplicación directa de las obligaciones de las administraciones y de las empresas.
Hoy, sigue sin existir el desarrollo reglamentario de la pobreza energética, y sin resolverse el tema de la deuda que van acumulando las personas a las que no se cortan los suministros básicos para que dispongan de un informe de los servicios sociales que acredita su situación de vulnerabilidad.
En otro caso, la pandemia ha agravado las dificultades con las que ya se encontraban muchas personas a la hora de acceder al bono social eléctrico mediante un procedimiento que se había constatado como complejo para muchas personas consumidoras en situación de vulnerabilidad , especialmente para la ancianos. El Síndic h a intervenido con relación al caso de una señora a quien se denegó la solicitud de renovación del bono social que ya tenía reconocido por no haber aportado una documentación del Registro Civil que acreditara su estado civil, para el obtención de la que la interesada, de 91 años, debía ir presencialmente durante la situación de pandemia. Una vez analizado el caso, el Síndic sugirió a la empresa suministradora la necesidad de revisar la denegación de la solicitud de bono social eléctrico, teniendo en cuenta que la solicitud de bono social se plantea en una situación de pandemia con una afectación sanitaria, económica y social sin precedentes, especialmente para las personas mayores, que, precisamente, forma parte de los colectivos especialmente protegidos por el Código de consumo de Cataluña.
Vivienda
Últimamente el Síndic también ha estudiado las dificultades de las personas mayores a la hora de solicitar las ayudas para el pago del alquiler. A la hora de solicitar una subvención para el pago del alquiler que convoca la Generalitat, las personas mayores (así como el resto de interesados que quieran) lo hacen habitualmente a través de las oficinas locales y comarcales de vivienda, donde los ayudan a rellenar la solicituda y a preparar la documentación, a menudo muy extensa, que deben presentar. Sin embargo, la llegada de la pandemia ha complicado la posibilidad de obtener una cita previa en algunas oficinas antes de que transcurra el plazo establecido para presentar la solicitud de subvención, además de las dificultades que la gente mayor pueda tener a la hora de desplazarse y el riesgo para la salud en que puedan incurrir a la hora de dirigirse a oficinas públicas. Aunque en la convocatoria de subvenciones también se ha previsto la posibilidad de presentar la solicitud y documentación por vía telemática, esta opción es complicada para los ancianos que, a menudo no dispone de los recursos y conocimientos tecnológicos suficientes para hacer el trámite, ni de la ayuda de una tercera persona que les ayude a realizarlo.
El maltrato
El maltrato a las personas mayores es a menudo muy difícil de detectar, especialmente la violencia en la palabra, las actitudes de menosprecio y las situaciones de abandono o negligencia, que pueden pasar desapercibidas en muchos casos. Los malos tratos a las personas mayores no deben verse sólo como un problema a resolver y tratar en el ámbito privado, sino que deben tener una dimensión pública, de implicación social e institucional, en la medida que vulneran los derechos fundamentales de las personas afectadas.
Personas mayores o con enfermedad grave en situación de privación de libertad
A partir de las visitas del Equipo de la Mecanismo Catalán de Prevención de la Tortura (MCPT) a centros penitenciarios, el Síndic evidenció que la gente mayor siempre ha sido una de las grandes olvidadas del sistema penitenciario. En este sentido, la atención prestada a este colectivo debería implicar no sólo la perspectiva penitenciaria, sino también la de salud y bienestar social, así como la aplicación de los preceptos del Código Penal y el Reglamento Penitenciario, que prevén excarcelación para personas enfermas en situación terminal, así como la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en este sentido.
Por ello, el MCPT considera que es necesaria una mayor interacción entre el sistema penitenciario y los sistemas de atención a la gente mayor (servicios sociales, sociosanitarios, geriátricos, ...), por lo que la atención a este colectivo se produzca, siempre que sea posible, fuera del ámbito penitenciario. También reclama una mayor sensibilidad por parte de las juntas de tratamiento y los juzgados de vigilancia para otorgar terceros grados o regímenes de cumplimientos flexibles a personas que se encuentran en una situación de enfermedad grave o incurable.
Un trato digno
También se quiere poner en valor el derecho al trato digno de las personas mayores. En este sentido, a criterio del Síndic sería preciso desarrollar programas y campañas de sensibilización orientadas a dar visibilidad al valor de la vejez, eliminar estereotipos y actitudes negativas y combatir el edadismo, así como reconocer el valor de las personas mayores para la sociedad y promover una imagen positiva. A su vez, sería necesario incrementar la información y la formación de las personas mayores sobre sus derechos , impulsar la formación continuada y especializada sobre los derechos de las personas mayores y de prevención y detección de situaciones de maltrato o abuso entre los profesionales de diversos ámbitos - salud, trabajo social, policial, servicios financieros, entre otros -.
El derecho a la cultura y el ocio
Según el Síndic es imprescindible impulsar actuaciones para potenciar una imagen positiva de las personas mayores huyendo de la asociación entre vejez y carga. En relación con el derecho al acceso efectivo a la cultura y al ocio, el Síndic destaca que cabría potenciar la implicación de las personas mayores en el proceso de diseño, realización y evaluación de las actuaciones llevadas a cabo para permitirle acceder a la cultura, elaborar programas universitarios para personas mayores que les resulten atractivos y hacer divulgación, así como otros tipos de formación.
Informes anuales
Informe al Parlamento 2020 (página 117)
Informe al Parlamento 2018 (página 111)
Informe al Parlamento 2015 (página 96)
Informe del Mecanismo Catalán para la Prevención de la Tortura 2019 (página 9)
Informe sobre la salud y derechos en la crisis de la COVID-19 (página 23)
Informe sobre la atención a la gente mayor dependiente en Cataluña
Plan de derechos humanos :
Notas de prensa
El Síndic investiga los impagos de las ayudas a las residencias para hacer frente a la pandemia
Personas mayores o con enfermedad grave en situación de privación de libertad: cuestiones pendientes
El Síndic investiga desde hace meses residencias para personas mayores de Barcelona
Para cualquier queja relacionada con las personas de la tercera edad se pueden dirigir al Síndic de Greuges:
- Correo electrónico: sindic@sindic.cat
- Formulario de queja: https://www.sindic.cat/es/page.asp?id=90
- Presencialmente (se recomienda solicitar cita previa por teléfono): Pg. Lluís Companys, 7 (Barcelona)
- Teléfono gratuito: 900 124 124